Autor Tom Bradbury - Traducción: Javier
Higueras. |
Si puedes dedicarle algún tiempo, mientras
esperas para despegar o cuando caminas por el campo abierto; intenta observar
el desarrollo de una nube individual. Los pilotos que regularmente hacen
largos vuelos y que compiten con éxito son, normalmente, buenos intérpretes
del cielo. Los principiantes puede que no se percaten de todos los indicios
de las ascendencias o de las descendencias. Una vez en el aire, resulta mucho
más difícil ver lo que todas las nubes están haciendo; merece la pena pues,
observarlas desde el suelo para aprender sus modos de comportamiento. |
Posible aspecto que una térmica puede tener
antes de formar una nube. Experimentos realizados en un tanque de agua con paredes de
cristal hicieron de la burbuja térmica un modelo popular. Las "térmicas
liquidas" se parecen mucho a una nube cumuliforme, pero la nube modelo
es iniciada al verter el contenido de una copa con un líquido más denso y
comenzando así con forma ya hemisférica. La mayor parte de las térmicas reales comienzan siendo una
superficie bastante plana. La masa de aire cálido puede considerarse como un
disco amplio y de poco espesor; su altura puede que no sea mayor de unos 20
metros. Si se considera un exceso de temperatura de 2º C, este disco se
debería de acelerar hacia arriba a unos 0.067 m/s2 . Este valor se deriva de
la diferencia de densidad multiplicada por la gravedad y dividida por la
temperatura absoluta. A primera vista no parece un valor muy impresionante
pero si no se produjeran mezcla ni rozamiento que actuasen en su contra,
alcanzaría una velocidad de 40 m/s (145 km/h) después de 10 min. |
La fig. 1 explica
algunos de los estados que se producen al transformar un disco plano en una
térmica alta. El disco no podría elevarse verticalmente como si fuera una
torta voladora, la resistencia sería enorme. Lo que parece ocurrir, es que
pequeños brotes de aire se comienzan a elevar como lo haría el vapor desde un
baño de agua caliente (A). En ocasiones uno puede ver estas térmicas
neblinosas que comienzan a elevarse desde un bosque que ha sido empapado por
la lluvia. Cuando el sol reaparece, el bosque a veces emite volutas de niebla
que se elevan lentamente. Éstas no muestran ningún signo de estarse
transformando en burbujas antes de que la humedad se evapore. Presumiblemente
el proceso es demasiado suave y lento. Otro ejemplo es el "humo
ártico", mechones de humedad o neblina que se elevan de un mar caliente
durante un período frío. Hasta que estos pequeños mechones no se organizan no se pueden
elevar demasiado. Para formar una térmica, los brotes deben agruparse en
pequeñas "plumas" que después se juntarán para formar columnas
mayores (B). Las "plumas" que se combinan para formar un cilindro
de talla suficiente, normalmente progresan hasta que su parte más alta
adquiere una forma abovedada (C). A medida que el aire se está juntando arriba para formar la
térmica, el disco original se contrae y su merma produce corrientes de aire
superficial convergentes. Éstas son algunas veces lo suficientemente fuertes
como para producir cambios de dirección en el viento de superficie, y cuando
este último está casi en calma, las mangas o el humo de los fuegos pueden
mostrar una convergencia a medida que la térmica despega. La cúpula forma después una burbuja térmica (D) unida
todavía a la menguante reserva de aire caliente sobre el suelo. Finalmente la
conexión se rompe y uno si está volando en su interior, queda inmerso en una
especie de cono con forma de cucurucho de helado. El aire en este cono es,
posiblemente, absorbido por la burbuja. |
¿Columnas, conos o burbujas? Observando el humo
de rastrojos nos podemos hacer una idea de cómo una térmica se puede
comportar. Cuando la térmica está en su momento de apogeo, hay un suministro
continuo de calor y el humo forma un cilindro con lados casi paralelos que
alcanzan desde el nivel del suelo hasta la nube burbuja a unos 1.500 metros.
Cuando el fuego se extingue, el cilindro se transforma en un cono invertido.
Más arriba la mayoría del humo se expande formando algo así como una esfera.
Los fuegos de rastrojo son una fuente exagerada de calor aunque su humo da
una muy buena indicación de cómo las térmicas (con un carácter mucho menos
violento) se comportan. Parece que las burbujas térmicas no se forman en todos los
casos. Necesitan suficiente diferencia de temperatura como para acelerar a la
térmica a una cierta velocidad, y también necesitan tener una masa suficiente
para formar una buena burbuja. Algunas plumas no llegan a crecer para formar
una burbuja, o no lo hacen hasta que pasan el nivel de condensación y sufren
una revitalización al formar nube. Si a la pluma le queda poca energía cuando
alcanza el nivel de condensación, será arrastrada formando pequeñas bocanadas
de nube con contornos desgarrados. Al volar por entre estos pequeños cúmulos
se detectan muy pequeñas turbulencias y ninguno de los signos de una burbuja. |
Haciendo números para una térmica
imaginaria. Si comenzamos con
una térmica con diámetro de 2.000 m. (las dimensiones aproximadas de un gran
campo de vuelo), y una profundidad de 20 m. la masa total será de 76.000
toneladas. Ignorando cualquier expansión producida con el aumento de altura,
este disco produciría un cilindro térmico de 1.000 m. de altura por 141 m. de
diámetro, o un helado de cucurucho de 1.000 m. de alto con un diámetro en la
parte más alta de 412 m., o eventualmente un esfera de 500 m. de diámetro. La
figura 2 muestra esta serie de posibilidades. Grandes y poderosas térmicas producen muy probablemente altos
cilindros de ascendencia, por lo menos durante un tiempo. Cuando el
suministro de calor se agota, aquel cilindro se transforma en un cono
invertido. Finalmente el cono es recogido hacia arriba y hacia el interior de
la burbuja en expansión. Cuando solo hay una fuente finita de calor que pronto se
acaba, la forma de la térmica se desarrolla probablemente según los estados
de la figura 3. Ésta muestra una versión simplificada en cuatro etapas, de A
a D. Cada una es una sección transversal de un volumen de aire con forma
circular en planta, comenzando por un disco delgado y finalizando con una
especie de helado de cucurucho. Las secciones se deforman para contener, de
una a otra, la misma masa de aire. B muestra la fase donde una burbuja podría
comenzar a desprenderse, con un cono muy plano de aire caliente que la
alimenta. C muestra la burbuja en expansión (con su centro a una altura de
670 m.) en lo alto de un cono. En D vemos la totalidad de la masa de aire que
se ha independizado del suelo. Las reservas de aire caliente se han agotado y
tenemos un cono con burbuja de 1.000 m. de alto. La burbuja se ha expandido
desde un valor de unos 200 m. de diámetro hasta duplicar aproximadamente su
tamaño. |
¿Sobrecargan los planeadores el peso de la
térmica? Si la térmica es tan masiva como hasta ahora hemos sugerido,
no es probable que su ascenso se vea obstaculizado por unos cuantos
planeadores girando en su interior. No obstante, al girar en una térmica
bastante débil, uno se pregunta si realmente ésta podrá soportar algún
planeador más. Me pareció muy simpático aquel piloto de la clase 15 metros
que girando en una débil térmica, al ver que se le abalanzaba una manada de
monstruos de la clase Open, abrió su micrófono para decir: "¡Fuera de
aquí!, ésta solo es una térmica de clase Standard |
Si puedes dedicarle algún tiempo, mientras
esperas para despegar o cuando caminas por el campo abierto; intenta observar
el desarrollo de una nube individual. Los pilotos que regularmente hacen
largos vuelos y que compiten con éxito son, normalmente, buenos intérpretes
del cielo. Los principiantes puede que no se percaten de todos los indicios
de las ascendencias o de las descendencias. Una vez en el aire, resulta mucho
más difícil ver lo que todas las nubes están haciendo; merece la pena pues,
observarlas desde el suelo para aprender sus modos de comportamiento. |
Penetración. El ejemplo de la Fig. 2 (ver la primera parte de la
serie) no es toda la verdad. Los experimentos hechos con tanques de agua
muestran que las térmicas crecen en tamaño al mezclarse con el fluido
circundante. Este proceso se llama penetración. Las cumbres de los grandes
cúmulos son cúpulas de gran tamaño formadas a su vez por cientos de cúpulas
más pequeñas. En esta región de cúpulas de diferente tamaño es donde el aire
circundante es incluido dentro de la térmica. Al principio la mayor parte de
la penetración ocurre en la parte alta, pero a medida que la burbuja crece,
parte del aire exterior se hunde alrededor de los lados y es absorbido hacia
el interior de la burbuja desde abajo también. |
La penetración enfría la térmica. Lapenetración hace
que la burbuja se expanda y diluye el aire caliente reduciendo así la
diferencia de temperatura con el exterior. Cuando una térmica se eleva dentro
de una capa estable el contraste de temperaturas es modificado. La parte
exterior de la térmica es calentada por la mezcla, pero el núcleo, que
asciende más rápidamente, se sigue enfriando al régimen original (gradiente
adiabático seco). Esto produce el resultado inesperado de una corriente
ascendente rápida en el corazón de la térmica que se enfría más rápidamente
que el aire de movimiento ascendente lento, o incluso descendente, en los
bordes. |
Las burbujas pequeñas y los cilindros
estrechos son diluidos más rápidamente. El régimen de
penetración depende del área de la superficie de la burbuja, pero el proceso
de disolución depende del volumen interno. Cuando el radio de una burbuja
aumenta, el volumen se incrementa en mayor medida que su superficie. La Fig.
5 refleja cómo la penetración puede detener a las pequeñas burbujas en su
ascenso. El tamaño inicial de la burbuja está indicado al lado de cada curva.
Se evidencia que la altura alcanzada depende del radio inicial. En el
calculo, cada burbuja comenzó con un exceso de calor de 21 C y ascendió a
través de un entorno que se enfriaba a razón de 81/Km (menos que el gradiente
adiabático seco). Como resultado las térmicas con radio inicial menor de 100
m. no consiguieron alcanzar la inversión. Las burbujas mayores se elevaron
más y más deprisa y penetraron en la inversión. Las curvas también reflejan
el régimen de ascenso (marcado en nudos en la parte superior). |
Las burbujas pequeñas se expanden más que
las grandes. La Fig. 6 muestra
dos curvas. La de línea continua muestra la relación entre el radio inicial y
el radio final. La curva a trazos muestra la altura a la que las burbujas
podrían subir. El radio inicial está consignado en la parte inferior llegando
hasta 140 m. La máxima altura alcanzada está a la derecha y el porcentaje de
incremento sobre el radio inicial en el margen izquierdo. La línea continua
destaca que los radios de las burbujas más pequeñas podrían alcanzar un valor
del 500 % (o más) sobre su valor inicial, mientras que las mayores se
incrementan solo en un 200 % incluso aunque se hayan elevado más. |
Incursión dentro del aire estable. Cuando una térmica pasa a través de una inversión y comienza a
empujar dentro del aire estable su ascenso depende tanto de la diferencia de
temperatura como de su velocidad de entrada. Las térmicas que ascienden
rápidamente pueden adentrarse una distancia sorprendente antes de que la
deceleración causada por la falta de diferencia de temperatura anule sus
cantidades de movimiento. Esto en ocasiones lleva a que un pequeño cúmulo se
forme sobre la base original de la inversión. |
Las primeras térmicas son normalmente
débiles. El efecto de la penetración explica probablemente por qué las
primeras térmicas del día suelen ser decepcionantes. Estas térmicas son
normalmente de una vida muy corta. Parece como si se desprendieran antes de
haber acumulado calor suficiente. Forman burbujas pequeñas que son
rápidamente diluidas y raramente alcanzan la parte superior de la capa
inestable. |
La aparición de las primeras nubes. Una vez que la
térmica ha pasado el nivel de condensación, calor extra es puesto en juego al
liberarse el calor latente de condensación cuando se forma la nube. La Fig. 7
esquematiza cómo esto puede cambiar el régimen de ascenso. La curva llamada
"azul" representa una masa demasiado seca para formar nube. La
curva superior llamada "nube" se desvía de la curva anterior cuando
rebasa el nivel marcado como "base de nubes". El calor extra
liberado por la condensación hace a la térmica más caliente, adquiere una
mayor flotabilidad y se acelera. Al ser más caliente se eleva más allá dentro
de la capa de inversión. Al ser mayor la velocidad, su cantidad de movimiento
es mayor también (en las condiciones seleccionadas para este ejemplo), de
forma que llega unos mil pies más alto. En los días en los que los cúmulos se
estratifican formando estratocúmulos, uno puede subir en el interior de un
cúmulo que crece y sobrepasar la sábana de 8/8 que marca la inversión. Los
Cu. que penetran de esta forma raramente sobreviven por mucho tiempo. El aire
en altitud es, por regla general, tan seco que la evaporación los enfría
pronto y los destruye. |
Los primeros jirones Las burbujas pequeñas que apenas consiguen alcanzar el nivel
de condensación, producen conatos de nube. Estos no parecen tener forma de
cúpula o perfil de burbuja al surgir. Si una burbuja hubiera existido más
abajo, esta habría sido diluida en demasía por penetración como para
conservar su forma y circulación. No confiéis en tales nubes como indicadores
de térmicas. Ya en el momento en que aparecen estos conatos de nube casi toda
su energía ha desaparecido y no hay ningún cono de ascendencia bajo ellos.
Uno puede ir de una a otra, probando cada nube a la vista, sin encontrar
nunca una que funcione. No obstante es posible permanecer arriba, porque uno
puede encontrarse con térmicas azules entre medias. A horas tempranas las
térmicas pueden ser pequeñas, pero pueden estar muy próximas las unas de las
otras. |
Autor Tom Bradbury - Traducción y edición:
Javier Higueras. |
Si puedes dedicarle algún tiempo, mientras
esperas para despegar o cuando caminas por el campo abierto; intenta observar
el desarrollo de una nube individual. Los pilotos que regularmente hacen
largos vuelos y que compiten con éxito son, normalmente, buenos intérpretes
del cielo. Los principiantes puede que no se percaten de todos los indicios
de las ascendencias o de las descendencias. Una vez en el aire, resulta mucho
más difícil ver lo que todas las nubes están haciendo; merece la pena pues,
observarlas desde el suelo para aprender sus modos de comportamiento. |
Las térmicas cuando hay un viento ligero Una brisa suave, a menudo estimula el desprendimiento de las
térmicas. En condiciones de calma total, se pueden generar reservas de aire
caliente bastante grandes antes de que algo provoque una perturbación, lo
suficientemente importante, como para que se produzca una buena térmica. Si
hay una brisa ligera, el aire caliente es empujado suavemente sobre el
terreno hasta que alcanza un obstáculo. |
Una ayuda inicial no hace que la térmica sea
mucho mejor Uno podría pensar que una vez dado un empuje inicial pendiente
arriba éste haría que la térmica creciese más rápidamente y que subiese más
alto. Esto no parece ser refrendado por los cálculos. El proceso de
penetración (ver la segunda entrega del artículo) depende, en gran medida, de
el régimen de subida de la térmica. Cuando ésta sube más rápido la
penetración es mayor. Como resultado el exceso de velocidad es perdido pronto
una vez que la térmica se ha distanciado de la ladera. |
El efecto "aspirador" Algunas regiones llanas pueden generar una enorme área de aire
caliente que permanezca esperando hasta que algún disparador libere la
térmica. Una vez que la térmica ha brotado es arrastrada por el viento
recogiendo más aire caliente. El aire se puede elevar como una columna casi
continua o en una serie de burbujas ligeramente espaciadas que son
"arrancadas" por la térmica que pasa por encima. El resultado es
una térmica de gran duración. El flujo hacia la base de la térmica puede
traer aire de varias direcciones. Si el aire sobre la superficie sufre una
ligera rotación inicialmente, la concentración bajo la térmica incrementa la
velocidad de giro. Después se produce un remolino de polvo visible. En
regiones desérticas los remolinos (dust devils) pueden caminar sobre el
terreno durante muchos minutos y elevarse a 7.000 pies o más. En el Reino
Unido donde el calentamiento solar es menos potente, la mayoría de los remolinos
tienen una vida corta y raramente suben mucho; yo los he visto aparecer antes
de que nadie se hubiera dado cuenta de que eran aprovechables. |
Vientos fuertes Los vientos fuertes causan turbulencia la cual rompe el flujo
horizontal de forma que parte del aire (que se mueve rápidamente) incide
contra el suelo. Entonces las térmicas parecen ser arrancadas del suelo antes
de que estén preparadas para partir. Resulta entonces, que parecen ser
incapaces de organizarse debidamente hasta que no alcanzan una altura mayor.
Hay burbujas de ascendencia muy estrechas e irregulares en las capas más
bajas pero raramente algo aprovechable. Más arriba es probable que las
térmicas continúen siendo estrechas y normalmente turbulentas también. Arriba
en la base de las nubes las térmicas pueden ser tan fuertes como en los días
con vientos suaves, pero más abajo están demasiado rotas para ser giradas. En
ocasiones volar recto contra el viento da mejores resultados que girar. |
El efecto del agrupamiento Al hablar de la vida de las nubes uno necesita hacer la
distinción entre lo que son células individuales y líneas o agrupaciones de
nubes, las cuales duran mucho más tiempo. Las grandes agrupaciones de
nubes están formadas por muchas células. Las que están en el exterior tienen
una vida corta porque están expuestas a la erosión del aire circundante. Las
células cercanas al centro del grupo gozan de una existencia más protegida;
el anillo exterior de nubes las protege de la erosión por contacto con el
aire seco, de forma que pueden crecer mucho más. Muchas veces, uno puede
poner rumbo hacia una gran agrupación de cúmulos con la confianza de que,
seguramente, habrá ascendencia en algún lugar bajo ellos; incluso aunque nos
lleve quince minutos llegar hasta allí. Las nubes aisladas son mucho menos
fiables. Pueden tener un aspecto muy bueno al verlas desde la distancia, pero
en demasiadas ocasiones comienzan a expirar justo cuando las alcanzas. |
Duración vital de una nube cumuliforme Hay gran cantidad de pilotos excesivamente locuaces que se
deleitan contando a sus compañeros lo buena que es la ascendencia en la que
están. La información acerca de una térmica en particular puede alentar el
ánimo del piloto que viene detrás, pero raramente tiene un uso práctico a
menos que los dos pilotos se puedan ver el uno al otro. Pocas térmicas
perduran mucho tiempo a no ser que estén rematadas por grandes nubes, las
cuales pueden se vistas por todos los demás. En los días azules una voz por
la radio diciendo: "hay un +4 sobre Cowley" raramente es de mucha
ayuda para el piloto que está saliendo de Didcot, que está a algunas millas
de distancia. Normalmente esta espléndida térmica habrá partido, hace mucho
tiempo ya, antes de que llegues allí. Por cuánto tiempo perdura un cúmulo, parece depender de varios
factores: |
Fuentes de térmica semipermanentes Hay otro modelo de nubes que disfrutan de una vida muy
prolongada. Estas son las que tienen un suministro subyacente de aire caliente
que no se agota. Con un viento calmado, un grupo de cúmulos que esté anclado
a una montaña puede permanecer allí durante horas, muchas veces hasta el
ocaso, siempre que la nube no se haga tan grande que deje las laderas de la
montaña bajo su propia sombra. No obstante, si observas estos cúmulos
ortográficos, observarás que las torres individuales tienen corta vida; el
banco de nubes permanece activo porque está formado por una gran familia de
cúmulos que crecen sobre la misma zona; cuando una torre decae hay otra que
se eleva en las inmediaciones tomando el relevo. |
Calles de cúmulos Estas tienen una vida prolongada también, pero que es debida a
una circulación especial en la que el aire sigue un camino helicoidal. Una
vez más, cada célula individual no perdura por demasiado tiempo, aunque la
calle es continuamente rellenada por células nuevas de forma que, su vida
efectiva es larga. |
Los signos de un cúmulo activo Uno debería de
buscar dos características: Este artículo no ha hecho más que rozar la superficie. Hay
mucho más de lo que tratar sobre este tema y espero hacerlo en la próxima
entrega. |